Esta mejicana afincada en Santander descubrió en el sector del network marketing una manera de desarrollar su verdadera pasión: la formación a personas. Martha Angélica Salinas, licenciada en educación preescolar, ha encontrado en ASR Global Services un proyecto profesional y vital, que ha sabido trasladar a las 206 personas que, en el momento de hacer la entrevista, forman parte de su red de colaboradores. Desprende energía que contagia a todas las personas que le rodean, y le augura un futuro sin límites al proyecto. Hemos hablado con ella de su trayectoria y sus planteamientos sobre el modelo de ASR.
¿Cómo comienza tu trayectoria profesional?
Tras finalizar mis estudios en Méjico, llegué a España para cursar un Máster en Dirección de Centros Educativos. Aquí conocí a mi pareja, el inicio de mi proyecto de familia. En lo profesional, descubrí que era muy difícil emprender en el sector educativo en España, y las únicas opciones que tenía a mi alcance eran relacionadas con la hostelería. Mi verdadera pasión era la formación.
Sector en el que consigues emprender, pero en otro país.
Sí, así es. Por razones familiares, vuelvo a Méjico junto a mi pareja, y allí monto una escuela. En muy poco tiempo, el negocio alcanza mucho éxito. Pero ese éxito exige mucho esfuerzo, mucho sacrificio personal, porque en Méjico vives para trabajar, y no es lo que buscamos a largo plazo, así que volvemos a España.
¿Y cómo das el salto de la educación a la distribución de servicios?
Santi, mi pareja, comienza a trabajar en el sector energético en plena crisis económica, y yo le ayudo a desarrollar su proyecto desde casa. Esa experiencia nos permite conocer, en 2012, el sector de la venta directa.
Y desde ese momento no te has separado de esta industria.
Así es, estoy directamente vinculada a ese sector desde entonces. Descubrí que era la oportunidad de seguir siendo empresaria, de poder compaginarlo con mi vida familiar y además, de hacerlo fuera de los circuitos en los que habitualmente emprende un inmigrante.
Descubrí que era la oportunidad de seguir siendo empresaria, de poder compaginarlo con mi vida familiar.
¿Hubo alguna razón de peso para tomar esa decisión?
Además de lo que he comentado, hubo un momento en el que mi cabeza hizo ‘clic’ directamente. En un evento nacional de la industria, subió al escenario a una persona con liderazgo, y le vi hacer lo que tanto me gusta a mí: formar. Estaba formando a miles de personas en un auditorio, y eso me hizo pensar: yo también quiero, yo también puedo hacerlo.
¿Cómo llegaste a formar parte de la red ASR?
A través de Sergio Ortega. Cuando comencé hace 12 años en el sector, no lo hice con él. Un día le conocí, vi cómo trabajaba, cómo se relacionaba con su equipo… y me uní a él. Todos estos años he estado a su lado, y cuando me habló de ASR, me dije: voy contigo. Me fío ciegamente de su criterio.
En tu opinión, ¿qué hace diferente ASR de otros proyectos en los que has participado?
El equipo que hay detrás: la unión de Sergio y Alfredo es única y hace que el proyecto parezca imparable. Cuando descubrí la idea le dije a Sergio: ‘Tú dime salta y yo te digo a qué altura’. ASR es diferente porque hay una visión detrás para no poner freno a nada, y que las ideas que se plantean se ejecutan. Es un proyecto serio, con el respaldo de personas de confianza, que conocemos.
Dada tu trayectoria en la industria, ¿cuál crees que es la clave del éxito para crecer en este sector?
Una persona tiene que tener ambición para tener éxito. Querer hacerlo no es suficiente.
¿Ha sido fácil gestionar a tu equipo de colaboradores en todo este tiempo?
El prelanzamiento nos ha ayudado a formar un equipo muy fácilmente. Ahora el trabajo va a estar en mantenerlo, en prestarles toda la ayuda necesaria y darles las herramientas adecuadas para su día a día. Hay que acompañar al equipo en cada paso, y sobre todo hacerles ver que es útil y de verdad.
¿Cómo le explicas a alguien que no lo conoce lo que es ASR?
Yo lo defino como una plataforma de gestión de necesidades para la vida diaria, que te permite activar mejoras en servicios que ya consumes. A las personas que se interesan por el proyecto les pregunto si quieren ganar dinero, y si la respuesta es ‘sí’, les ofrezco explicarles el modelo.
¿Qué recomendaciones le haces a la gente que se interesa por el modelo?
Si al conocerlo se activó algo en tu cerebro, si notas esa conexión, no lo pienses: lánzate y prueba un año. Si en ese tiempo ves que algo no ha encajado, cambia de plan, déjalo. Y al empezar, escucha mucho a quienes tengan más experiencia que tú, aprende de ellos, de sus consejos, y sigue los procedimientos del sistema, porque funcionan.
Si al conocerlo se activó algo en tu cerebro, no lo pienses: lánzate y prueba un año.
¿Y cómo consigues hacer llegar las ventajas de la plataforma a más gente cada día?
Mis clientes son familiares, amigos, contactos directos… Todo surge de conversaciones cotidianas, de necesidades reales. Este fin de semana estuve con unas amigas y una comentó que había pagado más de 1.000 euros por el seguro de su coche nuevo. ‘¿Pero cómo no me has preguntado antes a mí, sabiendo que te puedo buscar la mejor oferta?’, le pregunté a mi amiga. ‘Con casos similares, tengo clientes que pagan 600 euros, y tú casi 1.500’, añadí. A lo que mi amiga respondió ‘¿Te puedo pasar mi póliza?’.
De todos los servicios esenciales disponibles en ASR, ¿con cuál te quedas?
Siempre decimos que el servicio estrella es la energía, porque todo el mundo tiene un contrato, y quien además es empresario, tiene dos o tres… Pero por la practicidad del contrato, el servicio que más me gusta es el de los seguros. Tiene una facilidad de gestión increíble, y en mi caso todos los seguros que busco en la plataforma son favorables al cliente, son una venta garantizada.
¿Y cuál añadirías sin dudarlo si estuviera en tu mano?
En un primer momento se me ocurre incorporar servicios tecnológicos, incluso productos o dispositivos… o viajes. Si yo tuviera un buscador de viajes en la plataforma de ASR no me verías en casa.