Marta González es una mujer enamorada de lo que hace. Lo deja patente desde el primer minuto de la entrevista, y lo repite prácticamente en cada respuesta. Hace 12 años se interesó por la industria de la venta directa de productos, y por el camino abandonó ese sector para dedicarse a la distribución de servicios.
La bilbaína ha sido uno de los miembros más destacados de la fase de prelanzamiento de ASR, con casi 300 colaboradores en su red.
Háblanos de tu trayectoria profesional. ¿Quién es y de dónde viene Marta González?
Soy ingeniero técnico de formación, y he trabajado en diferentes empresas llegando a gestionar equipos de hasta 180 personas. En mi trayectoria profesional también he tenido mi propia empresa de obra civil, pero la crisis del ladrillo me arruinó en 2008. Circunstancias personales me llevaron a trabajar como jefa de producción en una ingeniería, en la que fue mi última experiencia en la profesión. Hoy, la industria de la venta directa acapara toda mi atención.
¿Cuál fue la razón que te hizo abandonar tu profesión?
Soy una persona a la que le gusta estar en el barro. Así lo he hecho en todas las empresas en las que he trabajado. Nunca he sido una jefa al uso, me considero una compañera que sirve de inspiración para el equipo. Hace 12 años empecé con la venta de productos, casi por casualidad, y hace 6 que conocí el mundo de los servicios. Descubrir ese sector es lo mejor que me pudo pasar en la vida.
¿Por qué?
La industria basada en la venta de productos te obliga a estar detrás del cliente para volver a vender y, en ocasiones, generar la necesidad de compra al cliente. Con los servicios no pasa nada de eso: el cliente ya los usaba y paga por ellos, la mayoría de veces mensualmente. A mí realmente no me gusta vender, no me considero una comercial, pero sí creo que formando parte de esta industria ayudo a la gente a mejorar sus servicios en todos los sentidos.
¿Y cuál es tu situación actual en este sector?
Hace 6 años que conocí a Sergio Ortega y di el salto a la distribución de servicios, y hace 3 que dejé mi trabajo y me dedico exclusivamente a esto. El sector me enamoró. Esta profesión me ha permitido, por ejemplo, pasar un año junto a mi hijo en Estados Unidos sin dejar de trabajar, de generar ingresos. Soy miembro de ASR desde su lanzamiento, era una oportunidad única, irrepetible.
De 0 a 100, ¿cuánto te gusta lo que haces en ASR?
Doscientos. Cuando me dicen que estoy todo el día enganchada, respondo que realmente estoy disfrutando. Me encanta mi profesión, me apasiona. Y así se lo hago llegar a todas las personas que me rodean.
Como conocedora de otros sistemas, ¿cuál crees que es el valor diferencial de ASR?
No hay nada en España como esta plataforma. No se puede comparar con nada, es único y muy difícil de copiar. Se ha desarrollado un modelo muy potente, con visión de futuro.
En estos años te has especializado en la formación de equipos. ¿Cuál crees que es el mayor desafío en esta labor?
Tenemos que aprender a respetar el ritmo de quienes están junto a nosotros. Yo me dedico en exclusiva porque así lo decidí en su momento, al ver que el que era mi plan B se estaba convirtiendo en plan A, con la ventaja de darme tiempo de calidad. Entender las motivaciones de cada persona para asesorarle en cada paso, y liderar con el ejemplo, son importantes para mantener el equipo vivo. Si tú lo haces, el equipo lo va a hacer igual o mejor. Todos mis esfuerzos están en ayudar a que el equipo sea mejor.
Yo me dedico en exclusiva porque así lo decidí en su momento, al ver que el que era mi plan B se estaba convirtiendo en plan A.
¿Es fácil dar a conocer este modelo de emprendimiento?
Depende mucho de las personas y de su manera de entender la vida. Yo siempre les pregunto si están satisfechos con lo que tienen actualmente o si creen que merecen algo mejor. La ventaja de ASR es que no existe un techo: al emprender aquí, tú marcas los límites. Qué hacer, cómo y cuándo hacerlo, y cuánto quieres ganar. Tú gestionas tu tiempo, tus horarios, tu retribución. ¿Quieres más? En ASR tienes la libertad de hacer más, donde quieras y con quien quieras. No hay que anclarse al pasado. Si todo a nuestro alrededor evoluciona, la manera de emprender, de desarrollar negocios, también lo hace. El modelo de ASR sigue esa línea, y estoy convencida de que vamos a hacer historia.
Eres, de alguna manera, quien empuja a otros a emprender…
Sí, pero no es un salto al vacío. Aquí puedes soñar con qué quieres y qué mereces. Tú te comprometes, y yo lo hago contigo. Quienes gestionamos equipos lo hacemos para ayudarles, porque es una relación beneficiosa para todos, todos ganamos. Y que alguien me supere no me va a frenar en esa ayuda, todo lo contrario: significa que estoy haciendo bien mi trabajo.
Según tu experiencia, ¿qué tienen que tener las personas que forman parte de la red?
Entusiasmo, ganas y capacidad de poner las ideas en acción. Hay una expresión que uso mucho: ‘un sueño sin acción es una alucinación’. Hay que poner en práctica todo lo que se planifica. Sin ese paso no hay resultados, ni a corto ni a largo plazo. Suelo recomendar a quienes comiencen que establezcan un horizonte en el plazo de un año. Así se puede ver si el planteamiento y los objetivos se alcanzan, y es un tiempo en el que analizar la evolución propia de ASR como plataforma.
Hay que poner en práctica todo lo que se planifica. Sin ese paso no hay resultados, ni a corto ni a largo plazo.
¿Crees que ASR puede seguir creciendo a corto plazo?
Me consta que se está haciendo un esfuerzo brutal por parte de ASR para seguir añadiendo nuevos servicios. Hace solo unos meses que nació y ya se han confirmado nuevas áreas, únicas en la industria. A mí me parece brutal.
¿Cuál es, para ti, el servicio de consumo más potente que tiene ahora mismo ASR?
El de los seguros es mi favorito: es sencillo de explicar y entender, es universal y, sobre todas las cosas, la empresa que está detrás, Bibe, lo hace todo mucho más fácil. Tú subes una propuesta, y ellos se encargan de todo: buscan las mejores pólizas, le envían al cliente las ofertas para que decida directamente y sin intermediarios; hablan con el cliente para resolver dudas y asesorarlos de forma personalizada; confirman la operación, y al año siguiente, estudian de nuevo la póliza por si hay posibilidades de mejorarla.
¿Y qué nuevo servicio crees que sería interesante incorporar lo antes posible?
Al igual que ya tenemos préstamos hipotecarios, creo que poder gestionar otro tipo de préstamos o créditos tendría buena aceptación.