Irene Garrido y Rodrigo Lucena comparten, desde hace años, proyecto vital y profesional. Actualmente desarrollan su carrera profesional en el sector del marketing digital, a través de una agencia que fundaron en 2019. De forma complementaria, llevan dos años inmersos en el sector de la venta directa de servicios, y tienen en común una licencia en ASR desde la que gestionan una red de más de 200 miembros.
¿Cuál es vuestra trayectoria profesional?
Irene: Llevo trabajando desde los 21 años. Soy contable de formación, y además de ejercer de ello, he sido camarera, responsable de formación en una empresa de software, y también participé en la implantación de la primera franquicia en Malta de una cadena europea de moda.
Rodrigo: Yo estudié Económicas, y aunque he trabajado para otras empresas, lo mío siempre ha sido emprender. He tenido diferentes negocios tradicionales. Incluso uno de ellos me arruinó. Hace cinco años, ambos estudiamos un máster en marketing digital y montamos nuestra propia agencia.
¿Qué os hizo apostar por el autoempleo?
Irene: Rodrigo siempre ha sido muy emprendedor. En mi caso, aunque he disfrutado mucho de todos mis trabajos anteriores, no me resultaba atractivo que otras personas determinasen cuáles iban a ser mi sueldo, mis horarios o mis días libres. Quería ser yo quien lo decidiera. Por eso fundamos nuestra agencia de marketing digital. Ahí tampoco eres dueño al 100% de tu tiempo.
Rodrigo: No lo eres, lo son tus clientes. Aunque con la agencia nos ha ido increíblemente bien. Eso sí, como cualquier otro negocio, no es fácil.
¿Y qué os llevó al sector de la venta directa?
Rodrigo: En la búsqueda de nuevos negocios, nos unimos a una plataforma de empresarios digitales. En nuestro grupo de trabajo coincidimos con otra persona que nos explicó el modelo de la venta directa, y nos descubrió que otros referentes nacionales del marketing digital, colegas nuestros, ya estaban dentro.
Irene: En ese momento, al conocer que era una actividad con ingresos residuales, la idea nos cautivó y no dudamos ni un momento en unirnos al proyecto. ‘Esto tiene que salir bien, sí o sí’, pensamos.
Rodrigo: En la agencia habíamos trabajado con clientes dedicados a la venta de productos, y aunque desde fuera parece un negocio muy interesante, sabíamos que no era algo para nosotros. La venta de servicios esenciales, en cambio, encajaba perfectamente con nuestros intereses.
¿Y cómo comienza vuestra historia con ASR?
Irene: Llevamos dos años en el sector, y a comienzos de este año recibimos la llamada de Sergio Ortega, que nos explicó lo que estaba por venir. Al ver que la comunidad se llenaba de miembros muy valiosos, decidimos unirnos. ‘Allí que vamos de cabeza, sin dudarlo’, dijimos los dos.
Rodrigo: Hemos vivido el comienzo con mucha ilusión. El modelo de venta directa nos tiene enamorados, y ASR nos brinda la tranquilidad de tener detrás a dos titanes de los negocios como son Sergio, experto en la creación de redes, y Alfredo, un empresario con una trayectoria llena de éxitos.
Irene: Sabíamos que teníamos un reto muy importante, muy grande. Lo hemos afrontado sin ningún miedo, salvo el de no estar nosotros a la altura.
El modelo de venta directa nos tiene enamorados, y ASR nos brinda la tranquilidad de tener detrás a dos titanes de los negocios.
¿Se han cumplido vuestras expectativas en estos primeros meses?
Irene: Vimos ASR como una oportunidad no solo de seguir en el negocio, sino de reventarlo. Nuestra red se multiplicó por 10 en el prelanzamiento.
Rodrigo: El éxito o el fracaso de los negocios, al margen de sus bases, depende de nuestro trabajo. Es algo que hemos aprendido con los años. En estos meses hemos visto que ASR ha puesto fácil lo más complicado de empezar en un negocio: el soporte económico, la experiencia, el liderazgo, toda la infraestructura…
Irene: Todas esas cosas ya están montadas en ASR. Ahora, con nuestro trabajo, queremos ayudar a construir el legado que la empresa va a dejar en la sociedad.
¿Es difícil atraer a una persona para que forme parte de la red?
Rodrigo: No se trata de convencer, ese no es el enfoque. Hay que explicar en qué consiste el modelo, enseñar el sistema y el método, para después poder ejecutarlo.
Irene: Este negocio puede resultar muy tentador, pero la experiencia nos dice que nuestra función nunca es la de captar, sino seleccionar a las personas que, voluntariamente, quieran construir su propio proyecto profesional y contribuir a que la red crezca.
Rodrigo: La mayor dificultad está en involucrar a la gente en el negocio. Vivimos en un mundo lleno de oportunidades, y si alguien elige la de ASR, tiene que hacerlo bien acompañado.
Vivimos en un mundo lleno de oportunidades, y si alguien elige la de ASR, tiene que hacerlo bien acompañado.
¿Es ese acompañamiento vuestra función principal en ASR?
Rodrigo: Si no es la principal, sí que creemos que es la más importante. Para cualquier miembro de ASR, su dedicación al negocio, por muy poco tiempo que le suponga al día, tiene que hacerse de manera profesional. Nosotros crecemos junto a cada persona y la profesionalizamos.
Irene: Si una persona llega a ASR desde otro sector, nuestra misión es ayudar a ese nuevo miembro a convertirse en profesional.
¿Cómo estáis experimentando la evolución de ASR?
Irene: Todo está yendo a una velocidad inesperada. Lo que están haciendo Alfredo y Sergio ha superado con creces nuestras expectativas. Sabíamos que íbamos a tener los servicios y sectores que ya están en la tienda, pero que fuera todo tan rápido y tan efectivo no lo esperábamos.
Rodrigo: ASR está creciendo rápido, pero sin perder calidad. Cada cosa que se está haciendo viene no solo para captar cuota de mercado, sino para romperlo. Yo nunca he vivido esto en la vida.
¿Qué elementos o características de ASR lo hacen diferente de cualquier otra propuesta del sector?
Irene: No hay nada igual en el mercado. Ejemplo de ello es haber logrado que un CRM de la envergadura del de ASR se haya puesto en funcionamiento en tan poco tiempo. Saber que contamos con Netkia, una empresa de desarrollo informático, a nuestra disposición, es increíble. Una empresa llena de informáticos trabajando en todo aquello que necesitemos o que se nos ocurra.
Rodrigo: Aquí me gustaría destacar esa escucha activa de los miembros de la red. Podemos aportar ideas de mejora, y construir entre todos un modelo mucho más próximo a nuestras necesidades. Eso garantiza que el negocio va a crecer hacia aquellos territorios en los que confías.
Podemos aportar ideas de mejora, y construir entre todos un modelo mucho más próximo a nuestras necesidades.
¿Cuál de los servicios actualmente disponibles es el más potente?
Irene: Creo que, como otros compañeros, coincidimos en que el de energía es el servicio estrella. Es de calidad y muy competitivo. La reciente entrada de Finetwork, con buenos servicios y precios en telecomunicaciones, también va a impulsar nuestra actividad. Por último destacaría Bibe, con sus seguros. Nosotros nos movemos entre esos tres.
¿Y cuál creéis que tiene más potencial en un futuro cercano?
Rodrigo: Wypo es el servicio que mayor potencial tiene, sin duda. Además, creemos que en el momento en que se puedan añadir nuevos productos financieros va a ser la bomba. Sin duda va a ser el servicio estrella de aquí a nada, porque sigue la misma lógica que ASR: es pionera. El primero que entra en el mercado se lleva la práctica totalidad del mismo.
¿Qué consejo le daríais a alguien que muestre interés por ASR como modelo de emprendimiento?
Irene: Yo le diría que se hiciera la pregunta de si realmente quiere algo mejor para su vida. Nosotros, en todos estos años de emprendimiento, no hemos conocido ninguna oportunidad mejor que la que ofrece ASR. Ojo, que si esa persona conoce algo mejor, ¡que nos lo diga! Después, si le ha llamado la atención, que lo pruebe. Que lo pruebe, porque el precio de una licencia es el de una mala cena. Como con cualquier otra cuestión en su vida, que no se quede con las ganas de intentarlo si le ha llamado la atención. Si alguien tiene esa curiosidad inicial, significa que está buscando un cambio en su profesión o en su vida.
Rodrigo: Yo le preguntaría dónde se ve en 5 años si sigue haciendo lo mismo que hace en la actualidad, y que imagine un segundo escenario, el de dar el salto a ASR. Después, desde un punto de vista muy estoico, que se ponga en la peor situación de qué pasaría por intentarlo. Realmente te das cuenta de que no hay nada que perder por intentarlo. Nosotros estuvimos en ese mismo punto, lo probamos y hasta el momento es lo mejor que hemos encontrado.
Irene: Pierdes más por no intentarlo que por intentarlo.
Rodrigo: Además, hay un acompañamiento, siempre hay personas detrás. Por probarlo sales ganando siempre, aunque solo sea una amistad.